Martes de la Tercera Semana de Cuaresma
«Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda»
Mateo 18,27
Yo debo tomar algún tiempo para tratar de ver cómo me afecta el llamado al perdón. Esta es una dura prueba, perdonar y seguir perdonando. Significa desprenderse de nuestros preciados agravios y resentimientos. Ellos son un peso para mí, no para aquél a quien yo resiento.
Dios les Bendiga.
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