Miércoles de la Cuarta Semana de Pascua
«Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo» Juan 12,47
Jesús no viene a condenar, sino a salvar. Una salvación que es para nuestra vida cotidiana de luces y sombras. Que no puede imponerse porque está ofrecida desde un amor absoluto a nuestra libertad y a nuestra capacidad de elegir.
Dios les Bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario