«Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos» Lucas 11,1
Ciertamente, ésta es una oración que nunca se rechaza. Por eso la hago mía hoy, junto con agradecer a Dios por todo lo que ya me ha enseñad, porque es el mismo Jesús el que me está enseñando a rezar a través de esas palabras. Oro lentamente el Padre Nuestro, palabra por palabra, dejando que cada palabra deje un eco en mi corazón, al evocar lo que hay más profundo en mí, para elevar mi oración al Padre
Dios les Bendiga!
No hay comentarios:
Publicar un comentario