«A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda» Mateo 38,42
Señor transforma nuestro corazón de piedra en un corazón de carne como el tuyo. Enséñanos a ver el valor de la mansedumbre en un mundo regido por la violencia, enséñanos a vivir tu justicia que ama a todos por igual, enséñanos a ser humilde de corazón y a ver en esta voluntaria debilidad nuestra mayor fortaleza. Amén.
Feliz Semana.
Dios les Bendiga.
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