martes, 31 de octubre de 2017

Martes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario

«En aquel tiempo, Jesús dijo: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo?» Lucas 13,18

El reino de Dios crece lentamente en medio de la vida, en la sencillez, en la sospecha. Todos estamos llamados a ser fermento en la masa para dar buen fruto. Pidamos al Señor la gracia de que nuestros pensamientos y acciones, nuestras esperanzas y sueños sean siempre motivo de crecimiento del reino.

Dios les bendiga.

lunes, 30 de octubre de 2017

Lunes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario

«Mujer, quedas libre de tu enfermedad» Lucas 13,12

Sólo hay una cosa para la que no vale espera alguna. Para la que no vale poner límites ni excusas, ni barreras. Y esa cosa es hacer el bien a otros. Hacer el bien no requiere estudios, no tiene fecha, ni horario y rechaza todo cálculo de beneficios o pérdidas al hacerlo.

Feliz semana.
Dios les bendiga.

domingo, 29 de octubre de 2017

CREER EN EL AMOR
30 Tiempo ordinario – A (Mateo 22,34-40)
Evangelio del 29 / Oct / 2017

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» Mateo 22,39

La religión cristiana les resulta a no pocos un sistema religioso difícil de entender y, sobre todo, un entramado de leyes demasiado complicado para vivir correctamente ante Dios. ¿No necesitamos los cristianos concentrar mucho más nuestra atención en cuidar antes que nada lo esencial de la experiencia cristiana?

Los evangelios han recogido la respuesta de Jesús a un sector de fariseos que le preguntan cuál es el mandamiento principal de la Ley. Así resume Jesús lo esencial: lo primero es «amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser»; lo segundo es «amarás a tu prójimo como a ti mismo».

La afirmación de Jesús es clara. El amor es todo. Lo decisivo en la vida es amar. Ahí está el fundamento de todo. Por eso, lo primero es vivir ante Dios y ante los demás en una actitud de amor. No hemos de perdernos en cosas accidentales y secundarias, olvidando lo esencial. Del amor arranca todo lo demás. Sin amor, todo queda desvirtuado.

Al hablar del amor a Dios, Jesús no está pensando en los sentimientos o emociones que pueden brotar de nuestro corazón; tampoco está invitando a multiplicar nuestros rezos y oraciones. Amar al Señor, nuestro Dios, con todo el corazón es reconocer a Dios como Fuente última de nuestra existencia, despertar en nosotros una adhesión total a su voluntad y responder con fe incondicional a su amor universal de Padre de todos.

Por eso añade Jesús un segundo mandamiento. No es posible amar a Dios y vivir de espaldas a sus hijos e hijas. Una religión que predica el amor a Dios y se olvida de los que sufren es una gran mentira. La única postura realmente humana ante cualquier persona que encontramos en nuestro camino es amarla y buscar su bien como quisiéramos para nosotros mismos.

Todo este lenguaje puede parecer demasiado viejo, demasiado gastado y poco eficaz. Sin embargo, también hoy el primer problema en el mundo es la falta de amor, que va deshumanizando una y otra vez los esfuerzos y las luchas por construir una convivencia más humana.

Hace unos años, el pensador francés Jean Onimus escribía así: «El cristianismo está todavía en sus comienzos: nos lleva trabajando solo dos mil años. La masa es pesada y se necesitarán siglos de maduración antes de que la caridad la haga fermentar». Los seguidores de Jesús no hemos de olvidar nuestra responsabilidad. El mundo necesita testigos vivos que ayuden a las futuras generaciones a creer en el amor, pues no hay un futuro esperanzador para el ser humano si termina por perder la fe en el amor.

José Antonio Pagola

Domingo de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario

«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón. Amarás a tu prójimo como a ti mismo» Mateo 22: 38-39

El amor es una relación de donación y gratitud. Jesús convierte una pregunta sobre cumplimiento y obligaciones en una propuesta de amor entre Dios y el ser humano. Un amor que surge de lo compartido entre el uno y el otro, que empieza en lo mucho que Dios me ha dado, la vida, la capacidad de amar y en la entrega amorosa de dar a los demá lo bueno que uno desea para sí mismo.

Feliz domingo.
Dios les bendiga.

sábado, 28 de octubre de 2017

Fiesta de San Simón y San Judas, apóstoles
28 de Octubre

«Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles» Lc 6,13

Señor, me llamas por mi nombre, con mi historia y mis posibilidades, quiero entonces vivir con coherencia, para que mi vida, como la tuya, refleje lo que afirman mis palabras. Quiero aprender a estar junto a la gente, para tocar las llagas de muchos, y permanecer, como lo haces tú. Dame tu paciencia para no atropellar a nada y nadie. Señor, te ofrezco mis deseos. Amén.

Feliz Sábado.
San Simón y San Judas.
Rueguen por nosotros!

viernes, 27 de octubre de 2017

Viernes de la Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario

«¿Por qué no interpretan entonces ustedes los signos del tiempo presente?» Lc 12,57

Todo juicio tiene mucho de discernimiento o al menos debería tenerlo. Y el discernimiento se entreteje, al menos, con tres actitudes básicas: ver, interpretar y decidir. Señor, ayúdame en este momento a reconocer qué asuntos no debo dejar más. Qué decisiones están pidiendo ya mi respuesta. Qué señales me muestran un camino a seguir. Amén.

Dios les bendiga.

jueves, 26 de octubre de 2017

Jueves Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario

«He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!» Lucas 12,49

Hoy, el Evangelio nos presenta a Jesús como una persona de grandes deseos, porque son las personas con grandes deseos como Jesús las que se mueven y originan movimiento a su alrededor, las que avanzan y hacen avanzar.

Dios les bendiga.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Miércoles Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario

«En el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre» Lucas 12,40

Sólo vivimos una vez, por eso es que cada uno recibimos en nuestro equipaje dones y posibilidades. Cada uno tenemos lo que necesitamos para recorrer, con fruto, el viaje de nuestra vida. Jesús nos anima a poner en juego todo lo que somos, a no retenerlo ni malgastarlo, ni dañar con ello. Aceptemos hoy la invitación del Señor que  nos invita a vivir despiertos, agradecidos y generosos por tanto bien recibido.

Dios les bendiga.

martes, 24 de octubre de 2017

Martes Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario

«Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas» Lucas 12,35

El evangelio de hoy, nos anima a estar atentos, preparados, esperando al Señor que vuelve de la boda para abrirle las puertas tan pronto venga y llame. Desde la gratitud de sentir el amor que Dios me tiene, me pregunto si abro mis puertas al Señor de la vida. ¿Hay alguna puerta que me resisto a abrir?

Dios les bendiga.

lunes, 23 de octubre de 2017

Lunes Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario

«Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes» Lucas 12,15

Señor cuando todo el mundo a mi alrededor parece ocupado en acumular para sí, no es fácil trabajar para ser rico a tus ojos, cuando lo que busco y persigo es lo que Tú quieres para mí. Hoy quiero pedirte la gracia de saber qué hacer para complacerte, para ser rico a tus ojos y no a los ojos del mundo. Para no alejarme nunca de tus caminos, sabiendo que Tú nunca está lejos de mí.

Feliz semana!
Dios les bendiga.

domingo, 22 de octubre de 2017

29 Tiempo ordinario 
Evangelio – A (Mateo 22,15-21) del 22 / Oct / 2017 

LOS POBRES SON DE DIOS

A espaldas de Jesús, los fariseos llegan a un acuerdo para prepararle una trampa decisiva. No vienen ellos mismos a encontrarse con él. Le envían a unos discípulos acompañados por unos partidarios de Herodes Antipas. Tal vez no faltan entre ellos algunos poderosos recaudadores de los tributos para Roma.

La trampa está bien pensada: «¿Estamos obligados a pagar tributo al César o no?». Si responde negativamente le podrán acusar de rebelión contra Roma. Si legitima el pago de tributos quedará desprestigiado ante aquellos pobres campesinos que viven oprimidos por los impuestos, y a los que él ama y defiende con todas sus fuerzas.

La respuesta de Jesús ha sido resumida de manera lapidaria a lo largo de los siglos en estos términos: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Pocas palabras de Jesús habrán sido tan citadas como estas. Y ninguna, tal vez, más distorsionada y manipulada desde intereses muy ajenos al Profeta defensor de los pobres.

Jesús no está pensando en Dios y en el César de Roma como dos poderes que pueden exigir cada uno de ellos, en su propio campo, sus derechos a sus súbditos. Como todo judío fiel, Jesús sabe que a Dios «le pertenece la tierra y todo lo que contiene, el orbe y todos sus habitantes» (Salmo 24). ¿Qué puede ser del César que no sea de Dios? ¿Acaso no son hijos de Dios los súbditos del emperador?

Jesús no se detiene en las diferentes posiciones que enfrentan en aquella sociedad a herodianos, saduceos o fariseos sobre los tributos a Roma y su significado: si llevan la «moneda del tributo» en sus bolsas que cumplan sus obligaciones. Pero él no vive al servicio del Imperio de Roma, sino abriendo caminos al reino de Dios y su justicia.

Por eso les recuerda algo que nadie le ha preguntado: «Dad a Dios lo que es de Dios». Es decir, no deis a ningún César lo que solo es de Dios: la vida de sus hijos. Como ha repetido tantas veces a sus seguidores, los pobres son de Dios, los pequeños son sus predilectos, el reino de Dios les pertenece. Nadie ha de abusar de ellos.

No se ha de sacrificar la vida, la dignidad o la felicidad de las personas a ningún poder. Y, sin duda, ningún poder sacrifica hoy más vidas y causa más sufrimiento, hambre y destrucción que esa «dictadura de una economía sin rostro y sin un objetivo verdaderamente humano» que, según el papa Francisco, han logrado imponer los poderosos de la tierra. No podemos permanecer pasivos e indiferentes acallando la voz de nuestra conciencia con las prácticas religiosas.

José Antonio Pagola
Domingo Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario

«Lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios» Mateo 22,21

Hoy Jesús nos pide que no nos olvidemos de dar a Dios lo que es de Dios. La vida que vivimos, la vida de nuestros hermanos, la libertad a que estamos llamados, todos esos son los dones de Dios. Le pertenecen. Y al final, cuando llegue el último momento, se los tendremos que devolver, acrecentados, llevados a plenitud. Mi vida y la de mis hermanos y hermanas. Mi libertad y la de mis hermanos y hermanas.

Feliz domingo!
San Juan Pablo II
Ruega por nosotros.

sábado, 21 de octubre de 2017

Sábado de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«El que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él» Lucas 12,8

Nuestra confesión en el Señor es sostenida por la fuerza y la garantía de su Espíritu que está activo dentro de nosotros y que nos defiende. Pidamos, pues, la gracia de evitar toda negación ni que sea por miedo al suplicio o por ignorancia.  Seamos fuertes; ¡el Espíritu Santo está con nosotros!

Feliz sábado!
Dios les bendiga.

viernes, 20 de octubre de 2017

Viernes de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«No teman, ustedes valen mucho más que todos los pajarillos» Lucas 12,7

Dios nos conoce mejor que nosotros mismos. Por eso habla así en el evangelio de hoy. Dios se te presenta como aquel que tiene contados los pelos de tu cabeza. Sabe mejor que nadie el tesoro que hay en tu vida. Te dispones a contemplar tu vida, como si de un objeto en tus manos se tratase y la miras con cariño. Con su amor, tu vida será lugar de manifestación de Dios.

Dios les bendiga.
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Oración: Venga tu Reino
20 octubre, 2017

Jesús vino a anunciarnos que el Reino de Dios está aquí, pero nosotros hoy continuamos pidiendo para que se haga presente en nuestra vida, para que llegue una nueva forma de vivir en amor, perdón, servicio y entrega a todos los hombres.

Este reinado de Dios no siempre se ve, pero ya está actuando en la Iglesia, en su Palabra, en los sacramentos, en la energía de tantos y tantos cristianos que creen en el evangelio y lo van poniendo en práctica. Quizá también ya esté presente en signos de tu vida.
Hoy te invitamos a que sigas buscando este tesoro y le pidas a Dios que la alegría de encontrarlo lo convierta en lo más importante de tu vida.

El reinado de Dios se parece a un tesoro escondido en un campo: lo descubre un hombre, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, vende todas sus posesiones para comprar aquel campo
(Mt 13, 44)

jueves, 19 de octubre de 2017

Jueves de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán» Lucas 11,49

Señor, tus palabras son duras cuando tienes que desenmascarar la hipocresía, lo vacío o lo cruel. Pienso en todos los hombres y mujeres que, en mi mundo, son testigos y cómplices de la lógica del mal. Los que abusan, los que golpean, los que matan y hieren. Los que abusan del prójimo y derraman sangre inocente. Por todo ello, Señor, ten piedad. Amén.

Dios les bendiga.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Fiesta de San Lucas, evangelista
18 de Octubre

«El Reino de Dios está cerca de vosotros» Lucas 10,9

Hoy, en la fiesta de san Lucas —el Evangelista de la mansedumbre de Cristo—, la Iglesia proclama este Evangelio en el que se presentan las características centrales del apóstol de Cristo.
El mejor testimonio que nos puede ofrecer la fiesta de un Evangelista, de uno que ha narrado el anuncio de la Buena Nueva, es el de hacernos más conscientes de la dimensión apostólico-evangelizadora de nuestra vida cristiana.

San Lucas,
Ruega por nosotros!

martes, 17 de octubre de 2017

Martes de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«Un fariseo le rogó que fuera a comer con él» Lucas 11,37

Pidamos hoy al Señor que entre en nuestra casa, que se siénte en nuestra mesa, porque lo mismo que el fariseo nos pierdemos muchas veces en cosas externas y vacías. Pero si el Señor está a nuestro lado y nos hablas, aún es posible el cambio. Señor haznos reconocer que tenemos dentro mucha capacidad de querer y de comprender. Mucho deseo de servir y de ayudar. Haznos que todo eso que nos habita, salga hacia fuera y se derrame sobre otros.

Dios les bendiga.

lunes, 16 de octubre de 2017

Lunes de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás» Lucas 11,29

Señor, hoy te veo dolido por la incredulidad de la gente. Te veo removiendo los corazones duros que no quieren creer. A mí también me cuesta creer. Me cuesta fiarme y pido signos. Me cuesta creer sólo en ti, en tu palabra, en tu vida. Enséñame Señor a no exigirte sino a seguirte con gratuidad y confianza.

Feliz semana!
Dios les bendiga.

domingo, 15 de octubre de 2017

28 Tiempo ordinario – A (Mateo 22,1-14)
Evangelio del 15 / Oct / 2017

INVITACIÓN

Jesús conocía muy bien cómo disfrutaban los campesinos de Galilea en las bodas que se celebraban en las aldeas. Sin duda, él mismo tomó parte en más de una. ¿Qué experiencia podía haber más gozosa para aquellas gentes que ser invitados a una boda y poder sentarse con los vecinos a compartir juntos un banquete de fiesta?

Este recuerdo vivido desde niño ayudó a Jesús más tarde a comunicar su experiencia de Dios de una manera nueva y sorprendente. Según él, Dios está preparando un banquete final para todos sus hijos, pues a todos los quiere ver sentados junto a él disfrutando para siempre de una vida plenamente dichosa.

Podemos decir que Jesús entendió su vida entera como el ofrecimiento de una gran invitación en nombre de Dios a esa fiesta final. Por eso Jesús no impone nada a la fuerza, no presiona a nadie. Anuncia la Buena Noticia de Dios, despierta la confianza en el Padre, enciende en los corazones la esperanza. A todos les ha de llegar su invitación.

¿Qué ha sido de esta invitación de Dios? ¿Quién la anuncia? ¿Quién la escucha? ¿Dónde se habla en la Iglesia de esta fiesta final? Satisfechos con nuestro bienestar, sordos a lo que no sean nuestros intereses inmediatos, ¿no necesitamos ya de Dios? ¿Nos estamos acostumbrando poco a poco a vivir sin necesidad de alimentar una esperanza última?

Jesús era realista. Sabía que la invitación de Dios puede ser rechazada. En la parábola de «los invitados a la boda» se habla de diversas reacciones de los invitados. Unos rechazan la invitación de manera consciente y rotunda: «No quisieron venir». Otros responden con absoluta indiferencia: «No hicieron caso». Les importan más sus tierras y negocios.

Pero, según la parábola, Dios no se desalienta. Por encima de todo habrá una fiesta final. El deseo de Dios es que la sala del banquete se llene de invitados. Por eso hay que ir a los «cruces de los caminos», por donde caminan tantas gentes errantes, que viven sin esperanza y sin futuro. La Iglesia ha de seguir anunciando con fe y alegría la invitación de Dios proclamada en el Evangelio de Jesús.

El papa Francisco está preocupado por una predicación que se obsesiona «por una transmisión desarticulada de una multitud de doctrinas que se intentan imponer a fuerza de insistencia». El mayor peligro está, según él, en que ya «no será propiamente el Evangelio lo que se anuncie, sino algunos acentos doctrinales o morales que proceden de determinadas opciones ideológicas. El mensaje correrá el riesgo de perder su frescura y dejará de tener olor a Evangelio».

José Antonio Pagola

https://www.gruposdejesus.com/28-tiempo-ordinario-mateo-221-14/


Vigésimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario
15 de octubre de 2017

El Papa en la misa de canonizaciones:
«Dios nos invita a celebrar la fiesta del amor con Él»


“El Señor nos desea, nos busca y nos invita, y no se conforma con que cumplamos bien los deberes u observemos sus leyes, sino que quiere que tengamos con él una verdadera comunión de vida", lo dijo el Papa Francisco en su homilía de la misa del domingo 15 de octubre, tras canonizar a un numeroso grupo de beatos en la Plaza de San Pedro, sintetizando así el mensaje central del Evangelio de San Mateo, en el que Jesús explica a qué se parece el Reino de los Cielos, mediante la parábola del Banquete de Bodas. Mt (22,1-14).

“En  esta paráblola, los invitados somos todos nosotros. Las bodas inauguran la comunión de toda la vida y ésto es lo que Dios desea realizar y celebrar con cada uno de nosotros”, explicó el Santo Padre recordando que precisamente en ésto consiste la vida cristiana: una historia de amor con Dios, donde el Señor toma la iniciativa gratuitamente y donde ninguno puede vanagloriarse de tener la invitación en exclusiva, ya que “ninguno es un privilegiado con respecto de los demás, sino que cada uno es un privilegiado ante Dios”.

Haciendo referencia a este amor gratuito, tierno y privilegiado, que nos propone Dios, donde nace y renace siempre la vida cristiana, el Pontífice señaló que el Señor del amor “espera una respuesta de amor”, pero al mismo tiempo “nos deja libres” para decidir qué responderle.

Y en ese sentido el Evangelio nos pone en guardia puesto que la invitación puede ser rechazada. “Muchos respondieron que no, a la invitación del banquete de bodas, porque estaban sometidos a sus propios intereses”, explicó el Obispo de Roma, indicando que actuando de esta manera, se "da la espalda al amor", no por maldad, sino porque se prefiere lo propio: las seguridades, la autoafirmación, las comodidades. “Todo depende del yo, de lo que me parece, de lo que me sirve, de lo que quiero; y se acaba siendo personas rígidas, que reaccionan de mala manera por nada, como los invitados en el Evangelio, que fueron a insultar e incluso a asesinar (cf. v. 6) a quienes llevaban la invitación, sólo porque los incomodaban".

“El Evangelio nos pregunta por tanto, de qué parte estamos: ¿de la parte del yo o de la parte de Dios? Porque Dios es lo contrario al egoísmo, a la autorreferencialidad”, expresó el Papa. "Él, tal y como nos dice el Evangelio, ante los continuos rechazos que recibe, ante la cerrazón hacia sus invitados, sigue adelante, no pospone la fiesta. No se resigna, sino que sigue invitando. “Frente a los «no», no da un portazo, sino que incluye aún a más personas. Dios, frente a las injusticias sufridas, responde con un amor más grande”. Porque así actúa el amor; porque sólo así se vence el mal”, expresó el Santo Padre haciendo hincapié en que cada día este Dios, que no pierde nunca la esperanza, nos invita a obrar como él, a vivir con un amor verdadero, a superar la resignación y los caprichos de nuestro yo susceptible y perezoso.

Finalmente, haciendo mención al aspecto del vestido de los invitados, Francisco sugirió que el “hábito espiritual” con el que nos presentamos a este banquete del Señor es fundamental: ya que se necesita vestir un hábito que nazca como fruto del amor vivido diariamente. “Tenemos necesidad de revestirnos cada día de su amor, de renovar cada día la elección de Dios”, añadió el Vicario de Cristo, poniendo como ejemplo a los santos recién canonizados. “Pidámos a estos santos, que por su intercesión, recibamos la gracia de elegir y llevar cada día este vestido, y de mantenerlo limpio. ¿Cómo hacerlo? Ante todo, acudiendo a recibir el perdón del Señor sin miedo: este es el paso decisivo para entrar en la sala del banquete de bodas y celebrar la fiesta del amor con él”, concluyó el Papa.

http://www.news.va/es/news/homilia-del-papa-en-la-misa-de-canonizaciones-dios
Domingo de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado» Mateo 22,4

¿Estamos siempre preparados para el banquete de Dios? ¿Tenemos suficiente justicia, fraternidad, compasión, misericordia y alegría como para vestirnos, como para compartir? ¿Qué hacemos para que nadie se quede sin su vestido?
Señor, ayúdame a tener la capacidad de disfrutar de las cosas, de buscar lo importante, de querer ser feliz. Amén.

Feliz domingo!
Dios les bendiga.

sábado, 14 de octubre de 2017

Sábado de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan» Lucas 11,28

Jesús deja claro que su Madre es más bienaventurada por ser su primera y mejor discípula que por su maternidad biológica. Si María era la madre del Verbo, de la Palabra, ¿quién mejor que ella podía escuchar los latidos de la Palabra y cumplirla de la mejor manera?

Feliz sábado.
Dios les bendiga.

viernes, 13 de octubre de 2017

Viernes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Ha llegado a vosotros el Reino de Dios» Lucas 11,20

Octubre 13 del 2017 celebramos los 100 años del Milagro de la Virgen de Fátima. La incredulidad y la negación crecen y surgen de la superficie del Evangelio de hoy. La gente del tiempo de Jesús, niega que el bien que Él hace provenga del poder de Dios. La defensa de Jesús es simple: el mal no puede ser derribado por el mal. El bien sobrepasa al mal y el mal paraliza al bien. oraremos hoy por la paz en el mundo y en cada persona, en alabanza al bien que emana de Dios.

Virgen de Fátima, 
Ruega por nosotros.

jueves, 12 de octubre de 2017

Jueves de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» Lucas 11,9

Hoy, el Evangelio es una catequesis de Jesús sobre la oración. Jesús afirma solemnemente que el Padre siempre escucha nuestras oraciones, pero que siempre pidamos tener la confianza de un niño en Dios, y su amor pornosotros, que pidamos la habilidad de confiar en Él, aún cuando nuestras oraciones no tengan respuesta.

Dios les bendiga.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Miércoles de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos» Lucas 11,1

Enséñanos a orar. Es el reconocimiento de que si tú, Señor, no me enseñas, si tú Señor, no me guías, si tú Señor, no me muestras cómo, entonces no sabré orar. Enséñame, yo solo no soy capaz. Envía tu espíritu sobre mí, que ore en mí y te haga llamarte Padre, a ti mi Dios, mi Señor.

Dios les bendiga.

martes, 10 de octubre de 2017

Martes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará» Lucas 10:41-42

Hoy el Señor nos recuerda que servir a los demás, por amor a Dios, es un honor, no una carga y que en nuestro servicio no perder la paz, ni el buen humor. Y que para eso, cuidemos la presencia de Dios en nosotros por medio de la oración, porque Dios nos quiere felices.

Dios les bendiga.

lunes, 9 de octubre de 2017

Lunes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario 

«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y a tu prójimo como a ti mismo.» Lucas 10, 27

Un corazón limpio descubre enseguida al hermano que necesita consuelo, ayuda, apoyo. Pero para ello es necesario transitar por el día a día, con los cinco sentidos puestos en la gente que te rodea. Porque sólo desde la gratuidad nos podemos acercar a los demás.

Feliz Semana.
Dios les bendiga.

domingo, 8 de octubre de 2017

27 Tiempo Domingo del Tiempo Ordinario
– A (Mateo 21,33-43) 


CRISIS RELIGIOSA

La parábola de los «viñadores homicidas» es un relato en el que Jesús va descubriendo con acentos alegóricos la historia de Dios con su pueblo elegido. Es una historia triste. Dios lo había cuidado desde el comienzo con todo su cariño. Era su «viña preferida». Esperaba hacer de ellos un pueblo ejemplar por su justicia y su fidelidad. Sería una «gran luz» para todos los pueblos.

Sin embargo, aquel pueblo fue rechazando y matando uno tras otro a los profetas que Dios les iba enviando para recoger los frutos de una vida más justa. Por último, en un gesto increíble de amor, les envió a su propio Hijo. Pero los dirigentes de aquel pueblo terminaron con él. ¿Qué puede hacer Dios con un pueblo que defrauda de manera tan ciega y obstinada sus expectativas?

Los dirigentes religiosos que están escuchando atentamente el relato responden espontáneamente en los mismos términos de la parábola: el señor de la viña no puede hacer otra cosa que dar muerte a aquellos labradores y poner su viña en manos de otros. Jesús saca rápidamente una conclusión que no esperan: «Por eso yo os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se le entregará a un pueblo que produzca frutos».

Comentaristas y predicadores han interpretado con frecuencia la parábola de Jesús como la reafirmación de la Iglesia cristiana como el «nuevo Israel» después del pueblo judío, que, con la destrucción de Jerusalén el año 70, se ha dispersado por todo el mundo.

Sin embargo, la parábola está hablando también de nosotros. Una lectura honesta del texto nos obliga a hacernos graves preguntas: ¿estamos produciendo en nuestros tiempos «los frutos» que Dios espera de su pueblo: justicia para los excluidos, solidaridad, compasión hacia los que sufren, perdón…?

Dios no tiene por qué bendecir un cristianismo estéril del que no recibe los frutos que espera. No tiene por qué identificarse con nuestra mediocridad, nuestras incoherencias, desviaciones y poca fidelidad. Si no respondemos a sus expectativas, Dios seguirá abriendo caminos nuevos a su proyecto de salvación con otras gentes que produzcan frutos de justicia.

Nosotros hablamos de «crisis religiosa», «descristianización», «abandono de la práctica religiosa»… ¿No estará Dios preparando el camino que haga posible el nacimiento de una Iglesia menos poderosa, pero más evangélica; menos numerosa, pero más entregada a hacer un mundo más humano? ¿No vendrán nuevas generaciones más fieles a Dios que nosotros?

José Antonio Pagola


Domingo de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario
El Papa en el Ángelus: Seamos la viña que el Señor plantó por el bien de todos

Queridos hermanos y hermanas,

La liturgia de este domingo nos propone la parábola de los labradores, a quienes el propietario arrienda la viña que había plantado y luego se va. (cf. Mt 21.33 a 43). De este modo es puesta a la prueba la lealtad de estos labradores: la viña está confiada a ellos, que deben custodiarla, hacerla fructificar y entregar la cosecha al dueño. Una vez llegado el tiempo de la cosecha, el dueño envía a sus siervos a cosechar los frutos. Pero los viñadores asumen una actitud posesiva: no se consideran simples gestores, sino propietarios, y se niegan a entregar la cosecha. Maltratan a los sirvientes, hasta el punto de matarlos. El dueño se muestra paciente con ellos: envía a otros siervos, más numerosos que los primeros, pero el resultado es el mismo. Al final, con su paciencia, decide enviar a su propio hijo; pero esos labradores, prisioneros de su comportamiento posesivo, también matan a su hijo pensando que así habrían podido tener su herencia.

Este relato ilustra de manera alegórica los reproches que los Profetas habían dicho sobre de la historia de Israel. Es una historia que nos pertenece: se habla de la alianza que Dios quiso establecer con la humanidad y a la cual llamó a participar también a nosotros. Sin embargo, esta historia de alianza, como cada historia de amor, conoce sus momentos positivos, pero también está signada por traiciones y rechazos. Para hacer entender cómo Dios Padre responde a los rechazos opuestos a su amor y a su propuesta de alianza, el pasaje evangélico pone en los labios del dueño del  viñedo una pregunta: «Cuando vuelva el dueño, ¿qué hará con esos labradores?» (v. 40). Esta pregunta subraya que la desilusión de Dios por el comportamiento malvado de los hombres no es la última palabra. He aquí la gran novedad del cristianismo: un Dios que, aunque decepcionado por nuestros errores y nuestros pecados, no rompe su palabra, no se detiene y sobre todo no se venga.

Hermanos y hermanas, ¡Dios no se venga! Dios ama, no se venga, nos espera para perdonarnos, para abrazarnos. A través de las “piedras de descarte”- Cristo es la primera piedra que los constructores han desechado- a través de situaciones de debilidad y de pecado, Dios sigue poniendo en circulación el «vino nuevo» de su viña, es decir, la misericordia; éste es el vino nuevo de la viña del Señor: la misericordia. Sólo hay un impedimento ante la tenaz y tierna voluntad de Dios: nuestra arrogancia y nuestra presunción, que a veces se convierte también en violencia. Frente a estas actitudes y donde no se producen frutos, la Palabra de Dios conserva toda su fuerza de reprensión y admonición: «el Reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del Reino» (vs. 43)

La urgencia de responder con frutos, frutos de bien a la llamada del Señor, que nos llama a convertirnos en su viña, nos ayuda a comprender qué hay de nuevo y original en la fe cristiana. Ella no es sólo la suma de preceptos y normas morales, sino que es ante todo una propuesta de amor que Dios, por medio de Jesús, ha hecho y sigue haciendo a la humanidad. Es una invitación a entrar en esta historia de amor, convirtiéndose en una viña viva y abierta, rica de frutos y de esperanza para todos. Una viña cerrada puede volverse salvaje y producir uvas silvestres. Estamos llamados a salir de la viña para ponernos al servicio de los hermanos que no están con nosotros, para sacudirnos mutuamente y animarnos, para recordarnos que debemos ser la viña del Señor en cualquier ambiente, incluso en los más lejanos e incómodos.

Queridos hermanos y hermanas, invocamos la intercesión de María Santísima para que nos ayude a ser, en todas partes, especialmente en las periferias de la sociedad, la viña que el Señor ha plantado para el bien de todos y a llevar el vino nuevo de la misericordia del Señor. 

(Traducción del italiano: Griselda Mutual - Radio Vaticano)

http://www.news.va/es/news/el-papa-en-el-angelus-seamos-la-vina-que-el-senor

Domingo de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’» Mateo 21,37

Pidamos hoy al Señor que ensanche nuestra capacidad de agradecer, de colaborar y cooperar con otros, de acoger las mediaciones y de sentirnos parte de esa invitación a respetar la vida. De cuidarla para que pueda dar frutos buenos para Dios y para los demás. Amén.

Feliz domingo.
Dios les bendiga.

sábado, 7 de octubre de 2017

Sábado de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario

«Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» Lucas 10,21

Hoy Jesús nos inviata a actuar siempre con gratitud con Dios y con el prójimo, con los padres, los amigos, los maestros, los compañeros. Para con todos los que nos ayuden, nos estimulen, nos sirvan. Gratitud también, como es lógico, con nuestra Madre, la Iglesia.

Nuestra Señora del Rosario.
Ruega por nosotros.

viernes, 6 de octubre de 2017

Viernes de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario

«El que los escucha a ustedes, a mí me escucha» Lucas 10,16

Señor, Tus palabras son severas y despiertan en mí preguntas y llamadas. Quiero recibir tu buena noticia. Quiero convertirme, avanzar hacia ti y tu proyecto. Quiero escuchar a tus mensajeros. Tener los ojos abiertos, los oídos atentos, las manos dispuestas para darme, a tu manera, tras tus huellas, hoy y siempre. Amén.

Dios les bendiga.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Miércoles de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario
San Francisco de Asís, ruega por nosotros.

«Le dijo Jesús: Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios» Lucas 9,62

La vida cristiana es este seguimiento radical de Jesús, radical, no sólo porque toda su duración quiere estar bajo la guía del Evangelio, sino sobre todo porque todos sus aspectos desde los más extraordinarios hasta los más ordinaries quieren ser y han de ser manifestación del Espíritu de Jesucristo que nos anima.

Dios les bendiga.

martes, 3 de octubre de 2017

Martes de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario

«Pero volviéndose, les reprendió» Lucas 9,55

Seguir a Cristo conlleva grandes tentanciones. Una de las más recurrentes es la de sentirse mejor que otros. Pero el Señor nos enseña. Con voz fuerte, que Dios ha venido a salvar, no a condenar. Pidamos hoy al Señor, que queremos imitar su sencillez, su humildad. El cariño con el que tratas a los débiles y a los perdidos.

Dios les bendiga.

lunes, 2 de octubre de 2017

Memoria de los Santos Ángeles Custodios
2 de octubre

«Pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo» Mateo 18,10

Los Angeles son un reflejo misterioso del rostro de Dios en nuestra realidad, si somos lo suficientemente sensibles, seguro que tenemos experiencia de ese paso protector de Dios por nuestra vida, expresado a través de estos seres misteriosos y por supuesto a través de personas de carne y hueso que también son destellos de Dios para cada uno de nosotros.

Feliz semana!
Dios les bendiga.

domingo, 1 de octubre de 2017

26 Tiempo ordinario Ciclo Año A (Mateo 21,28-32)
1 de Octubre, 2017

POR DELANTE DE NOSOTROS

Un día, Jesús pronunció estas duras palabras contra los dirigentes religiosos de su pueblo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el reino de Dios». Hace unos años pude comprobar que la afirmación de Jesús no es una exageración.

Un grupo de prostitutas de diferentes países, acompañadas por algunas Hermanas Oblatas, reflexionaron sobre Jesús con la ayuda de mi libro Jesús. Aproximación histórica. Todavía me conmueve la fuerza y el atractivo que tiene Jesús para estas mujeres de alma sencilla y corazón bueno. Rescato algunos de sus testimonios.

«Me sentía sucia, vacía y poca cosa, todo el mundo me usaba. Ahora me siento con ganas de seguir viviendo, porque Dios sabe mucho de mi sufrimiento […] Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. ¡Este Jesús me entiende…!».

«Ahora, cuando llego a casa después del trabajo, me lavo con agua muy caliente para arrancar de mi piel la suciedad y después le rezo a este Jesús porque él sí me entiende y sabe mucho de mi sufrimiento […] Jesús, quiero cambiar de vida, guíame, porque tú solo conoces mi futuro».

«Yo pido a Jesús todo el día que me aparte de este modo de vida. Siempre que me ocurre algo yo le llamo y él me ayuda. Él está cerca de mí, es maravilloso […] Él me lleva en sus manos, él carga conmigo, siento su presencia».

«En la madrugada es cuando más hablo con él. Él me escucha mejor, porque en este horario la gente duerme. Él está aquí, no duerme. Él siempre está aquí. A puerta cerrada me arrodillo y le pido que merezca su ayuda, que me perdone, que yo lucharé por él».

«Un día, yo estaba sentada en la plaza y dije: “Oh, Dios mío, ¿será que yo solo sirvo para esto? ¿Solo para la prostitución?” […] Entonces es el momento en que más sentí a Dios cargando conmigo, ¿entendiste?, transformándome. Fue en aquel momento. Tanto que yo no me olvido. ¿Entendiste?».

«Yo ahora hablo con Jesús y le digo: aquí estoy, acompáñame. Tú viste lo que le sucedió a mi compañera [se refiere a una compañera asesinada en un hotel]. Te ruego por ella y pido que nada malo les suceda a mis compañeras. Yo no hablo, pero pido por ellas, pues ellas son personas como yo».

«Estoy furiosa, triste, dolida, rechazada, nadie me quiere, no sé a quién culpar, o sería mejor odiar a la gente y a mí, o al mundo. Fíjate, desde que era niña yo creí en ti y has permitido que esto me pasara. Te doy otra oportunidad para protegerme ahora. Bien, yo te perdono, pero, por favor, no me dejes de nuevo».

¿Qué misterio se encierra en Jesús para tener ese poder en el corazón de las personas? Cómo cambiaría la vida de muchos si le conocieran mejor.

José Antonio Pagola

Domingo de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario
1 de Octubre del 2017
El Papa en el Ángelus: “Es tarea de la sociedad entera la preocupación por el trabajo digno”

Queridos hermanos y hermanas, ¡buen domingo!

Los saludo a todos ustedes que pertenecen al mundo del trabajo, en la variedad de sus expresiones. Entre ellas existe lamentablemente también aquella negativa, es decir, la situación difícil, a veces angustiante, de la falta de trabajo. ¡Gracias por su acogida!

Ustedes representan las diversas partes sociales, muchas veces en discusión incluso dura entre ellas, pero han aprendido que solo juntos se puede salir de la crisis y construir el futuro. Sólo el diálogo, en las reciprocas competencias, puede permitir encontrar respuestas eficaces e innovadoras para todos, también en la calidad del trabajo, en particular el indispensable bienestar. Es aquello que algunos llaman el “sistema Emilia”. Traten de llevarlo adelante. Hay necesidad de soluciones estables y capaces de ayudar a mirar al futuro para responder a las necesidades de las personas y de las familias.

En su territorio desde hace tiempo se ha desarrollado la experiencia cooperativa, que nace del valor fundamental de la solidaridad. Hoy esa tiene todavía mucho por ofrecer, también para ayudar a tantos que están en dificultad y tienen necesidad de ese “ascensor social” que según algunos estaría del todo fuera de uso. No dobleguemos jamás la solidaridad a la lógica del provecho financiero, porque así la quitamos – podría decir la robamos – a los más débiles que tienen tanta necesidad. Buscar una sociedad más justa no es un sueño del pasado sino un compromiso, un trabajo, que hoy tiene necesidad de todos.

La situación de la desocupación juvenil e aquella de tantos que han perdido el trabajo y no logran re-inserirse son realidades a las cuales no podemos acostumbrarnos, tratándolas como si fueran solamente estadísticas.

La acogida y la lucha a la pobreza pasan en gran parte a través del trabajo. No se ofrece verdadera ayuda a los pobres sin que puedan encontrar trabajo y dignidad. Este es el desafío apasionado, como en los años de la reconstrucción después de la guerra, que tanta pobreza había dejado. El reciente “Pacto para el trabajo”, que ha visto a todas las partes sociales, y también la Iglesia firmar un común empeño para ayudar en la búsqueda de respuestas estables, no de limosnas, es un método importante que deseo pueda dar los frutos esperados.

La crisis económica tiene una dimensión europea y global; y, como sabemos, esta es también crisis ética, espiritual y humana. A la raíz existe una traición del bien común, de parte sea de los individuos sea de los grupos de poder. Es necesario pues quitar centralidad a la ley del provecho y asignarla a la persona y al bien común. Pero para que esta centralidad sea real, efectiva y no sólo proclamada con palabras, es necesario aumentar las oportunidades de trabajo digno. Este es una tarea que pertenece a la sociedad entera: en esta fase en modo particular, todo el cuerpo social, en sus varios componentes, está llamado a realizar todo esfuerzo para que el trabajo, que es factor primario de dignidad, sea una preocupación central.

Aquí nos encontramos ante San Petronio, recordado como Pater et Protector y representado siempre con la ciudad entre sus manos. De aquí físicamente vemos tres aspectos  constitutivos de su ciudad: la Iglesia, el Municipio y la Universidad. Cuando ellos dialogan y colaboran entre sí, se refuerza el precioso humanismo que ellos expresan y la ciudad – por así decir – respira, tiene un horizonte, y no tiene miedo de afrontar los desafíos que se presentan. Los animo a valorizar este humanismo del cual son depositarios para buscar soluciones sabias y prudentes a los complejos problemas de nuestro tiempo, viéndolas si como dificultades, pero también como oportunidades de crecimiento y de mejoría. Y esto que les digo vale para Italia en su conjunto y para la entera Europa.

Queridos amigos, les soy particularmente cercano, poniendo en las manos del Señor y de la Virgen de San Lucas todas sus ansias y preocupaciones. A Ella, tan venerada por todos los boloñeses, nos dirigimos ahora con la oración del Ángelus.

http://www.news.va/es/news/el-papa-en-el-angelus-es-tarea-de-la-sociedad-ente


Domingo de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario

«¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» Mateo 21,31

Hoy Jesús nos invita a dar un paso adelante. Los cristianos ya no estamos bajo la ley sino bajo el amor. Dios no es un vigilante atento a que cumplamos la ley sino un padre que nos acoge y nos empuja a tomar las riendas de nuestra vida. Lo que debemos hacer lo haremos por nuestra voluntad no por que alguien nos controle desde fuera. En el contexto del amor de Dios es donde nuestra libertad y nuestra responsabilidad cobran sentido.

Feliz Domingo!
Dios les bendiga.