Martes de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario
«Un fariseo le rogó que fuera a comer con él» Lucas 11,37
Pidamos hoy al Señor que entre en nuestra casa, que se siénte en nuestra mesa, porque lo mismo que el fariseo nos pierdemos muchas veces en cosas externas y vacías. Pero si el Señor está a nuestro lado y nos hablas, aún es posible el cambio. Señor haznos reconocer que tenemos dentro mucha capacidad de querer y de comprender. Mucho deseo de servir y de ayudar. Haznos que todo eso que nos habita, salga hacia fuera y se derrame sobre otros.
Dios les bendiga.
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