Martes de la Decimocuarta Semana del Tiempo Ordinario
«Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos» Mateo 9,38
Señor, quiero que resuene en mis oídos y en mi corazón, ese deseo tuyo de encontrar colaboradores en tu tarea de sanar, de cuidar, de levantar a tanta gente postrada en las cunetas de los caminos del mundo. Quiero ofrecerte en mis manos para ayudarte hacerlo. Mis pies, para caminar a tu lado, mi capacidad y ternura para sentir tu misma compasión. Amén.
Dios nos bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario