«Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial» Mateo 6,14
Hoy, Jesús nos propone un ideal grande y difícil: el perdón de las ofensas. Y establece una medida muy razonable: la nuestra. Queremos que Dios nos perdone y que los demás también lo hagan; pero nosotros nos resistimos a hacerlo. Cuesta pedir perdón; pero darlo todavía cuesta más. Que el Señor nos regale la gracia de comprender a los otros y a perdonarlos generosamente. Amen.
Dios nos bendiga.
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