Llamados a ser santos como la Inmaculada Virgen María

Solemnidad la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
8 de diciembre

«Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho» Lucas 1,38

La fiesta de la Inmacualda Concepcion que celebrando hoy debe llenar nuestro corazón de alegría y esperanza porque no sólo es la fiesta de una mujer que fue concebida sin pecado original porque estaba destinada a ser la madre del Mesías; sino que es también la fiesta de todos nosotros que nos sentimos representados por ella. María Inmaculada es la expresión más perfecta de la meta a la que Dios nos llama también a nosotros: Vencer el pecado, el mal y la muerte. Pero el mal que existe en nuestro corazón y en el mundo sólo se vencen haciendo el bien, en unión con Jesús y María. Cada bautizado esta llamado a ser santos e inmaculados, libres de los condicionamientos del mal y preservados del pecado como la Virgen María. La verdadera devoción a la Virgen consiste en imitarla en la misión de acoger en nuestro corazón y en nuestras vidas a Cristo para darlo a los otros con el ejemplo, la oración, la ayuda, el sufrimiento, la palabra, la alegría, la fe y la esperanza. Pidamos hoy y siempre la gracia de neditando en la vida y principalmente en el mensaje de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y así profundizar en la conversión que se nos pide en este tiempo de Adviento. Que el "Sí" de la Virgen, sea la razón de nuestra esperanza, de que las promesas del Señor se cumplirán.
Inmaculada Virgen María, ruega por nosotros. Amén.

Dios nos bendiga.