Domingo de la Decimoquinta Semana del Tiempo Ordinario
«Pero un samaritano, al verlo, se compadeció de él» Lucas 10,33
Hoy el Señor con la parábola del Buen Samaritano nos invita a vivir el verdadero amor. El Buen Samaritano como muchos de nosotros seguro que tenía sus propios planes pero los dejo a un lado y respondió a las necesidades de su prójimo porque amar a Dios y al prójimo es un mandamiento “simple” pero que puede ser “difícil” de cumplirlo, pero lo único que necesitamos hacer es escuchar a Dios mientras habla dentro de nuestros corazones y responder plenamente a lo que Él nos dice que hagamos. Pidamos hoy la gracia de que nuestros corazones y mentes sean más amorosos y dispuestos a responder de inmediato al amor que le debemos a Dios y a nuestro prójimo. Amén
Dios nos bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario