«Pero él le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo» Lucas 15,31
Hoy la palabra nos invita a saborear la dulsura de nuestra fe, nos invita a entrar en la casa del Padre y participar en su banquete, hasta poder afirmar, asombrado, que no se trata de buscar a Dios por ningún camino, sino de creer que él me está buscando siempre. De dejarnos encontrar y de confiarle amorosamente niestra vida.
Feliz Domingo.
Dios les bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario