«Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado» Mateo 4,1
En el desierto, Satanás intenta engañar a Jesús negando su identidad, pero Jesús no cae en la trampa, porque lo haga o no lo haga Satanás, no cambiará que él es hijo de Dios, Jesús no negocia con su identidad, por eso nosotros durante esta Cuaresma somos llamados a ser hijo aunque seamos tentado con las necesidades más básicas del ser humano, porque el Padre nos ha hecho hijo.
Feliz Domingo.
Dios les Bendiga.
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