martes, 4 de septiembre de 2018

Martes de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario

«Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad» Lucas 4,36

La autoridad de Jesús tiene una fuente muy clara. En él se funden la palabra y la obra; decía y curaba; sentía lo que decía y hacía lo que decía. En Jesús todo sonaba a verdadero; nada olía a falso, a hipocresía, a ganas de figurar. Pidamos al Señor que nos ayude a mantenerle siempre ante nosotros como el modelo y objetivo de nuestra vida. Amén.

Dios nos bendiga.

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