«Yo he venido al mundo como luz, para que todo el que crea en mí no siga en tinieblas» Juan 12,46
Jesús, eres luz que iluminas las tinieblas, que iluminas las noches oscuras, que aclaras el horizonte, haces que veamos con claridad cuando nuestra fe se encuentra en un negro callejón. Tu deseo, Señor, es que te acojamos, pero nos dejas en libertad para elegir. No nos impones nada. Sin embargo, en ocasiones, cerramos los ojos. No queremos ver, rechazamos lo que nos ofreces. Danos la gracia de que cuando pensemos en las veces que caminamos por valles sombríos, que tropezamos en la oscuridad, nos perdemos y no sabemos abrirnos a tu luz, podamos volver a ti y acojamos tú luz. Amén.
Dios nos bendiga.
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