Domingo de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario
«Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido» Lucas 14,11
Señor, ayúdame a ser humilde como tú, a confiar en ti por completo, a no buscarme a mí mismo, sino haciendo todo lo posible para servirte con humildad en mis hermanos y hermanas mas necesitados y permitiéndote ocuparte del resto. Señor concédeme hoy y siempre poner mi vida humildemente en tus manos. Amén.
Feliz Domingo.
Dios nos bendiga.
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