Jueves de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario
«Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido» Lucas 15,6
Jesús, tú levantaste a los pecadores a tu alrededor, muchos de ellos se convirtieron en santos. Déjame absorber la gracia de tu influencia divina para que realmente refleje en mis acciones la realidad de tu trabajo en mi alma. Concédeme una pequeña porción del ardiente deseo que tenías de traer de vuelta a la oveja perdida. Amén.
Dios nos bendiga.
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