«Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga» Lucas 9,23
En este segundo día de Cuaresma Jesús nos recuerda que quien quiera salvar su vida aquí en la tierra la perderá la vida eterna en el cielo. Pidamos hoy al Señor la gracia de amar, llevar, cargar y cargar la cruz de cada día y transformarla en los instrumento de nuestra salvación trabajando con el Espíritu Santo. Amén.
Dios nos bendiga.
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