«El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe» Marcos 9,37
Los niños son básicamente inocentes y honestos, son naturalmente humildes porque dependen de sus padres para todo, hoy Jesús nos invita a practicar la humildad en pensamientos, palabras y acciones de los niños, tratando de no buscar el reconocimiento y la recompensa por el servicio que hacemos por Cristo y a los demás. Amén.
Dios nos bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario