Jueves de la Tercera Semana de Pascua
«El pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida» Juan 6,51
Hoy estamos invitados a reclamar nuestra herencia a las promesas de Dios, quien hizo un pacto con su pueblo y cumplió ese pacto en el sacrificio de su Hijo. El Señor nos da en la Eucaristía, el pan y el vino transformados en cada Misa en su cuerpo y sangre, alma y divinidad. Verdadero pan del cielo; alimento que permanece para la vida eterna. Nos nutre, en cuerpo y alma, y nos sostiene para la construcción del Reino en nuestra vida diaria, en la familia, comunidad y lugar trabajo. Pidamos hoy la gracia de siempre alimentarnos de Jesús el pan de la vida que ha bajado del cielo. Amén.
¡Dios nos bendiga!
No hay comentarios:
Publicar un comentario