Segundo Domingo de Pascua de la Divina Misericordia
«Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto» Juan 20,29
Tal vez el ser misericordiosos como el Señor es misericordioso puede parecernos imposible porque sabemos lo débiles que somos. Es posible que tengamos tantas dificultades como Tomás para tener fe en lo que Cristo nos ha prometido. Pidamos hoy esa gracia de fijar nuestra mente y corazón en esas cuatro palabras inscritas en la famosa imagen de Jesús de la Divina Misericordia que nos ayuden a ser misericordiosos como el Señor: Jesús, en ti confío. Amén.
¡Feliz domingo de la Misericordia Divina.
Dios nos bendiga.
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