Sábado de la Trigésima Semana del Tiempo ordinario
«El que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido» Lucas 14:11
Hoy Jesús nos invita a poner en práctica la virtud de la humildad. Como discípulos de Jesús en todo momento debemos ser humildes colocando a los demás primero que a nosotros mismos, sirviéndonos unos a otros con amor; dejando a un lado el orgullo, la ostentación y la vanidad que son el origen de los grandes males que vive la humanidad. Pidamos la gracia de ser humildes como la Virgen Maria y ocupar la posición más baja, como esclavos del Señor que somos, para que Él en su reino celestial nos eleve a un lugar más alto de lo que nosotros mismos consideraríamos alcanzar. Amén.
¡Feliz sábado!
Dios nos bendiga.
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