Domingo de la Trigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario
«Esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos» Marcos 12,43
Hoy Jesús nos invitan a experimentar la generosidad y la confianza en Dios en todos los aspectos de nuestra vida. A veces la pobreza real aunque deshumaniza puede ayudarnos a reconocer nuestra necesidad de Dios, mientras que la pobreza espiritual, nos ayuda a saber lo que realmente necesitamos pedirle a Dios. No dejemos que nuestras posesiones nos posean y que nuestras necesidades y ansiedades debiliten nuestra capacidad de confianza en la generosidad de Dios. Pidamos la gracia de confiar en la providencia y generosidad de Dios y así poder dar desde lo más profundo de nosotros mismos a los demás. Amén.
¡Feliz domingo!
Dios nos bendiga.
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