Domingo de la Cuarta Semana de Cuaresma
«Hijo, tú siempre estás conmigo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos» Lucas 15,31-32
Hoy celebramos el domingo de Laetare el domingo del regocijo porque está cerca la gloria de Pascua. Con la parábola del hijo pródigo Jesús nos recuerdan que tenemos un Dios amoroso que nos da libre albedrío, que conoce nuestras debilidades y siempre está listo para recibirnos con perdón y misericordia, cuando nos volvemos a él con confianza, arrepentimiento y humildad. Pidamos la gracia de la humildad para dar el primer paso para reconciliarnos con Dios y los demás.
¡María, Reina de la Paz, protégenos de la guerra!
Feliz domingo.
Dios nos bendiga
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