Domingo de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario
«Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre» Marcos 13,32
Algunos cristianos han sido llevados por mal camino, por estar obsesionados con variados tipos de signos, y profetizando el inminente fin del mundo. Puede ser más prudente esperar lo inesperado, y simplemente estar preparados para dar la bienvenida al Hijo del Hombre cuando sea que éste venga. Y en el intertanto ser consolados por las palabras de Jesús: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”
Feliz Domingo.
Dios les Bendiga.
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