«Está escrito: Mi Casa será Casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!» Lucas 19,46
En realidad, todos tenemos “enemigos” en el corazón y la mente, que tratan de desterrar a Jesús de nuestra vida. Pero gracias al Señor, tenemos un arma que es eficaz contra estos enemigos: la Palabra de Dios, que expone los engaños del diablo y doblega las inclinaciones de la naturaleza caída.
Dios les Bendiga.
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