Viernes de la Primera Semana del Tiempo Ordinario
«A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa» Marcos 2,11
Lo que realmente nos paraliza, lo que nos impide caminar hacia los otros y hacia Dios, es el pecado que ata nuestro corazón cerrándolo en el propio ego. Necesitamos que Jesús nos salve: sólo Él tiene el poder de Dios para hacerlo.
Dios les bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario