«¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?» Lucas 1,43
¡Gracias, Señor! El gran don de tu Espíritu Santo llena nuestras vidas con la alegría indescriptible de tu presencia dentro de nosotros. Ayúdame a responder con prisa, como lo hizo María, a los impulsos de la caridad del Espíritu Santo.
Dios nos bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario