«Permanezcan en mí y yo en ustedes» Juan 15,4
El seguimiento que Jesús nos pide es que permanezcamos junto a Él, ser sarmientos vivos inundados por su vida y su gracia. Jesús es la vid verdadera y el Padre el labrador. Purificados por su Palabra y unidos a la fuente de vida que es Jesús participamos de la vida del Padre y damos fruto abundante.
Dios nos bendiga.
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