viernes, 11 de enero de 2019

Viernes Después de la Epifanía

«Señor, si quieres, puedes limpiarme» Lucas 5,12

Señor, veo que tu mano se mueve desde el leproso hasta mi alma, mostrando su poder de transformación. Ningún pecado debe jamás romper mi espíritu de lucha; ningún defecto a largo plazo debería debilitar mi esperanza de victoria. Tu mano, pero se mueve, y todo está curado, perdonado y redimido. Hoy anclo mi programa de santidad con confianza en tu gracia y amor incondicional. Amén.

Dios nos bendiga.

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