Domingo de la Tercera Semana de Cuaresma
«Si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante» Lc 13,5
Hoy Jesús con la parábola de la higuera estéril nos recuerda que de seguir en pecado debemos pensar en las consecuencias. Ya que Dios no quiere vengarse de nosotros porque Él nunca nos haría daño, Él quiere es nuestra salvación. Cada uno de nosotros somos como la higuera plantada por Dios en su viña. Él cuida de nosotros mientras permanezcamos aquí en la tierra y nos da su gracia para que demos fruto. Porque su misericordia es inmensa. Amén.
Feliz domingo.
Dios nos bendiga.
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