Domingo de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario
«He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» Juan 1,29
Juan el Bautista vino a este mundo con una misión, allanar el camino a Cristo y pregonarlo y cuando reconoció a Jesús, su misión fue dejar saber al mundo que el Mesías esperado había llegado y estaba entre nosotros. Que el Espíritu Santo nos ayude a reconocer a Jesús no solo con los ojos, sino más aún con el corazón y dejémonos instruir por el y darlo a conocer a los demás. Amén.
Feliz domingo!
Dios nos bendiga.
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