viernes, 3 de enero de 2020

Viernes del tiempo de Navidad

«He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» Juan 1,29

Uno de los efectos del Bautismo es la purificación de los pecados, es decir en el bautismo todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados personales. Que el Señor nos conceda la gracia de despertar siempre en nosotros la memoria de nuestro Bautismo y «vivir cada día nuestro Bautismo, como realidad actual en nuestra existencia. Amén.

Dios nos bendiga!

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