«Yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; y a él ustedes no lo conocen»
Juan 7,28
Hoy Jesús nos recuerda que el primer paso para creer en su procedencia divina es reconocimiento sincero de las cosas que Él hace en nuestras vidas, pero además es necesario una conversión de corazón y mente, confrontando nuestras vidas con la de Jesús para recibir el valor de proclamarlo incluso en medio del dolor, la enfermedad y la persecución. Amen.
Dios nos bendiga.
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