Sábado de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario
«Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven» Lucas 20,38
Hoy Jesús nos recuerda que para Dios todos estamos vivos y nos asegura que nunca moriremos si vivimos y actuamos como Él. Jesús sabe que ante la muerte nosotros como humanos podemos sentir miedo, ansiedad, confusión, ira, frustración o resignación, por eso él nos invita a la esperanza, consuelo y paz. Pero nos recuerda que como cristianos estamos llamados no es solo para una vida celestial distante, estamos llamados a vivir con Él hoy, ahora. Pidamos hoy al Señor por anticipado la gracia de la esperanza, el consuelo y la paz para cuando llegue el momento de nuestra muerte, y la de aquellos a quienes amamos. Amén
¡Feliz sábado!
Dios nos bendiga.
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