Martes de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario
«Sal corriendo a las calles de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos» Lucas c 14,21
Hoy Jesús con la parábola del gran banquete nos recuerda que a lo largo de nuestra vida nos ofrece la invitación de cenar con él, nos invita al servicio, a ser su corazón y sus manos en las circunstancias diarias de nuestra vida. Pidamos al Señor la gracia de ser obediente como él para tener un corazón abierto y atento al llamado de Dios, de modo que podamos responder inmediatamente con gracia a las invitaciones a servir que se nos presentan todos los días. Amen.
¡Dios nos bendiga!
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