Martes de la de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario
«Cállate y sal de ese hombre» Lucas 4,35
Hoy el evangelio nos presenta a Jesús enseñando con autoridad y expulsando a un espíritu inmundo que lo reconoce como el Santo de Dios. Jesús expulsa al demonio sin dañar al hombre como una evidencia de su poder y autoridad, pero también de su compasión. Pidamos la gracia de poder de nombrar el mal en el mundo y de proclamarlo en el nombre de Cristo, pero con compasión por los demás, hablando con palabras enseñadas por el Espíritu. Amén.
Dios nos bendiga!