Sábado de la Decimoctava Semana del Tiempo Ordinario
«Si ustedes tuvieran fe al menos del tamaño de una semilla de mostaza… nada sería imposible para ustedes» Mateo 17,20
Hoy Jesús nos recuerda que la medida de los milagros es la medida de nuestra fe, que no importa que nuestra fe sea pequeña, lo importante es que tengamos fe, porque todo es posible para quien tiene fe. Arrodillarse ante el Señor para pedir su auxilio y ayuda es un acto de fe que abre nuestro corazón a los dones de Dios. Pidamos hoy al Señor que como sus discípulos tengamos una fe profunda y bien fundamentada, capaz de soportar adversidades, contratiempos, dificultades e incomprensiones de la vida. Amén
¡Feliz sábado!
Dios nos bendiga.
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