Jueves de la Vigésimo Quinta Semana del Tiempo Ordinario
«Pero Herodes... tenía curiosidad de ver a Jesús» Mateo 9,9
Hoy Jesús nos invita a poner en práctica la esperanza para alcanzar la vida eterna. Aunque Herodes era un hombre malvado aun así quiso ver a Jesús, porque reconoció la esperanza que tenía la gente que seguía a Jesús, después de la muerte de Juan. La virtud de la esperanza es algo poderoso que el poder de este mundo no nos puede ofrecer, la esperanza nos trae alegría, motivación, satisfacción y consuelo. Jesús es la personificación de la esperanza. Pidamos la gracia de reconocer y compartir con los demás que Jesús es nuestra única esperanza de salvación y la promesa de vida eterna. Amén
Dios nos bendiga.
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