Memoria de Santa Cecilia, Virgen y Mártir
«Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido» Lucas 21:6
Hoy Jesús nos recuerda que las glorias terrenales pasan pero Dios habita gloriosamente en su pueblo. Los que escucharon a Jesús decir que el templo de Jerusalén sería destruido seguro que no lo creyeron, pero Jesús no se refería simplemente al templo; estaba llamando a la gente a centrar su atención y sus vidas en Dios, a quien fue dedicado el templo. Por la Encarnación, el Señor ya no habita sólo en el santuario, sino entre nosotros gracias al Espíritu Santo; ya la auténtica adoración a Dios no se limita a un lugar. Pidamos hoy la gracia de seguir el ejemplo de Santa Cecilia y consagrar nuestra vida como un santuario puro y santo para Dios. Santa Cecilia, ruega por nosotros.
Dios nos bendiga.
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