Martes de la Quinta Semana del Tiempo Ordinario
«Ustedes dejan a un lado el mandamiento de Dios, para aferrarse a las tradiciones de los hombres» Marcos 7,8
Hoy Jesús nos recuerda que las leyes de Dios siempre serán más importantes que las leyes hechas por los seres humanos. Jesús tuvo dificultades con los hipócritas con los que se consideran buenos y justos y el Evangelio de hoy es un buen ejemplo. Jesús conocía los corazones de los fariseos y sabía que habían perdido la perspectiva, que habían antepuesto las tradiciones y los rituales creados por el hombre a las leyes que Dios les había dado, los fariceos lo habían hecho para su propio beneficio, no para la salvación de las personas cuyas almas les habían sido confiadas. Pidamos hoy la gracia de entender que las leyes de Dios están diseñadas para ayudarnos a crecer en nuestro amor por Dios y por los demás ayudándolos a descubrir y conocer la bondad y la razón de las leyes de Dios. Amén
Dios nos bendiga.
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