Llamados a poner nuestra confianza en Jesús

 Viernes de la Quinta Semana de Cuaresma

«Crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre» Juan 10,38

Hoy Jesús nos invita a confiar en él especialmente en los momentos difíciles que vivimos a diario. Todo el que se ha propuesto vivir su fe en Jesús puede encontrar rechazo y oposición, porque hasta el mismo Jesús experimentó rechazo y oposición, hoy debemos seguir su ejemplo respondiendo con amor apegados a la palabra de Dios. A medida que llegamos al final de nuestro viaje de Cuaresma Jesús se nos revela a sí mismo como humano y divino, como el enviado y consagrado por el Padre; el que hace las obras del Padre; aquel en quien debemos depositar nuestra confianza. Pidamos hoy la gracia de perseverar en nuestra confianza en Jesús y ser valientes, para compartir nuestra fe a través de nuestros dones y talentos y sobre todo por el testimonio de nuestras vidas. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados por el don de la fe a la nueva vida en Cristo

Jueves de la Quinta Semana de Cuaresma

«Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre» Juan 8,51

Hoy Jesús nos recuerda que el don de la fe nos trae ilimitadas bendiciones a nuestras vidas. A diferencia de las personas del tiempo de Jesús nosotros hemos sido bendecidos con el don de la fe, el don de la nueva vida en Cristo, el don de la promesa y esperanza de la vida eterna en el cielo; este don Dios nos lo ha otorga en el sacramento del bautismo, este don nos llama a compartir la buena noticia de la salvación y ayudar a construir el reino de Dios en la tierra. Pidamos la gracia de que en estos últimos días de Cuaresma nuestra fe toque todas las áreas de nuestras vidas y nos ayude a ser testigos fieles del Evangelio ante los demás. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados a vivir en la verdad y libertad de los hijos de Dios

Miércoles de la Quinta Semana de Cuaresma

«Si se mantienen fieles a mi palabra, conocerán la verdad y la verdad los hará libres» Juan 8:31-32

Hoy Jesús nos recuerda que él es la verdad que nos hace libres. Jesús quiere que todo aquel que le sigue y escucha sea libre de su orgullo, de su corazón dividido, de su religiosidad estéril, Jesús quiere y trae esta libertad para todos nosotros. La verdad de Jesús está disponible para nosotros en una relación auténtica con él que crea en nosotros el deseo de ser hijos e hijas en lugar de esclavos. Pidamos la gracia de vivir en la libertad de los hijos de Dios y así permanecer en la casa del Padre para siempre gracias a que hemos sido liberados por el amor del Hijo. Amén

Dios les bendiga.

Llamados a ser sanados y consolados por la cruz de Jesús

Martes de la Quinta Semana de Cuaresma

«Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo Soy» Juan 8,27

Hoy Jesús nos dice que en su cruz podemos encontrar sanación y esperanza. Al igual que en el tiempo de Jesús hoy muchos se escandalizan de su cruz, pero el crucifijo es un sacramental que nos  revela la persona divina de Cristo y el gran amor de Dios por cada uno de nosotros. Pidamos hoy la gracia que cuando miremos a Jesús en la cruz, él nos sane y nos de esperanza para seguir avanzando en este camino de conversión hacia la Pascua. Amén

Dios nos bendiga 

Llamados a responder con generosidad a la misericordia de Dios

Lunes de la Quinta Semana de Cuaresma

«Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar» Juan 8,11

Hoy Jesús nos recuerda que Dios es infinitamente misericordioso con cada uno de nosotros. En el Evangelio de hoy vemos la compasión y la misericordia de Dios derramadas sobre los vulnerables y los débiles. Todos en algún momento nos presentamos ante Dios como pecadores, llevando ante él nuestras pesadas cargas, no tengamos miedo porque Dios siempre está dispuesto a encontrarse con nuestra pecaminosidad, para liberarnos, perdonarnos y animarnos a volver a no pecar más. Pidamos la gracia de responder con generosidad a la misericordia de Dios con cada uno de nosotros y así seguir avanzando en este camino de Cuaresma que nos lleva a la perfección de la vida eterna en el mundo venidero. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados a creer en Jesús como el Señor de la resurrección y la vida

Quinto Domingo de Cuaresma

«Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá» Juan 11:25 

Hoy Jesús nos recuerda que nuestra fe en él es más fuerte que la muerte. Jesús amaba a Lázaro como a un hermano y aunque tenía el poder de caminar sobre el agua y resucitar a los muertos sintió tristeza como cualquiera de nosotros, pero en medio de nuestros desafíos, sufrimientos y tumbas nuestra fe en Jesús nos anima a tener esperanza, de que solo Jesús nos puede liberar, perdonar, sanar y darnos vida. Pidamos la gracia de entender que la fe es más fuerte que la muerte y si creemos en Jesús no tenemos nada que temer y alcanzaremos la victoria que nos espera en el reino de Dios. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados como la Virgen María a llevar la vida de Jesucristo a los demás

Solemnidad de la Anunciación del Señor

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» Lucas 1,28

El Espíritu Santo obró a través de María, y hoy sigue obrando a través de nosotros. Celebramos hoy la vocación única de María de ser la madre de Jesús, y al hacerlo celebramos la vocación de cada uno de nosotros dentro del cuerpo de Cristo. Nuestra vocación bautismal es a la santidad. Debemos vivir de acuerdo con el diseño y los mandamientos de Dios, para vivir con él, como santos en el cielo por la eternidad. Dios nos llama hoy a imitar a María recibiendo continuamente la efusión del Espíritu Santo. Recibimos esto más poderosamente en los sacramentos. También podemos recibir el Espíritu Santo todos los días en oración personal y en el tiempo que dedicamos a la palabra viva de Dios. Al igual como sucedió con la Virgen Maria cada uno de nosotros mientras vivimos bajo la gracia y protección del Espíritu, podemos llevar la vida de Jesucristo a quienes nos rodean. Pidamos hoy la gracia por intercesión de la Virgen María para cumplir con la misión de llevar a Jesucristo al mundo.
Virgen Maria de la Anunciación, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga.

Llamados a fortalecer nuestra relación con Jesús

Viernes de la Cuarta Semana de Cuaresma

«Yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; y a él ustedes no lo conocen» Juan 7,28

La Cuaresma es un buen momento para preguntarnos, ¿quién es Jesús para nosotros? En el Evangelio de hoy algunos se preguntan si Jesús es el Cristo porque no se ajusta a sus expectativas del prometido. Presumiblemente nosotros como cristianos diríamos que Jesús es nuestro Señor, amigo y Salvador. Si es así pidamos hoy la gracia de vivir poniéndolo a Él en el centro de nuestras vidas, buscando en él su dirección, compañía, protección, consejo y sabiduría. La Cuaresma nos ofrece la oportunidad de fortalecer nuestra relación con Jesús y esto lo podemos hacer siendo fieles a nuestras prácticas cuaresmales de oración, ayuno y limosna. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados a escuchar la voz del señor para dar testimonio de él

 Jueves de la Cuarta Semana de Cuaresma

«El Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz» Juan 5,37

Hoy Jesús nos invita a escuchar su voz para dar testimonio de él. En el Evangelio de hoy Jesús se enfrenta con la arrogancia e ingratitud de la multitud que lo sigue porque no creen, ni confían verdaderamente en él, sin embargo, esperan recibir sus milagros. Hoy también nosotros podemos caer en presumir que Dios siempre es misericordioso y descuidar las bendiciones que recibimos a diario, hoy también somos llamados a escuchar la voz del Señor para sólo buscar el reconocimiento y el amor de Dios y no el afecto y reconocimiento de las demás personas. Pidamos la gracia de que en estos días de Cuaresma escuchemos sólo la voz del Señor llamándonos nuevamente al arrepentimiento y así tener la fuerza necesarias para dejar a un lado todo lo que distrae o desvía nuestro corazón del amor de Dios. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a reconocer qué Jesús no vino a juzgar sino amar

Miércoles de la Cuarta Semana de Cuaresma

«Quien escucha mi palabra y cree en el que me envió, tiene vida eterna» Juan 5,24

Hoy Jesús nos recuerda que él no vino a juzgar, sino a salvar y dar vida. Aunque Dios Padre le ha dado todo el poder de juzgar a Jesús, el Hijo no vino a juzgar, sino a amar, salvar y a darnos la vida eterna, por eso todo el que escucha las palabras de Jesús y cree en el que lo envió tiene vida eterna y no será condenado. La Cuaresma nos ayuda a preparar nuestro corazón para recibir esta Buena Noticia de que Jesús nos ama, que dio su vida para salvarnos y que ahora vive a nuestro lado todos los días para iluminarnos, fortalecernos y liberarnos. Pidamos la gracia de no tener miedo al juicio de Jesús porque él solo quiere ofrecernos amor y vida eterna. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a dejarnos sosotener y sanar por Jesús

Martes de la Cuarta Semana de Cuaresma

«Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda". Al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar» Juan 5,8

Hoy Jesús nos dice que como el agua, él nos sostiene, nos da vida y sanar nuestro espíritu. El agua nos limpia, apaga nuestra sed, nos refresca, nos sostiene y llena nuestros sentidos. Nuestra vida espiritual también necesita sustento, y Dios es el agua de nuestro bienestar espiritual. Quizás nuestra necesidad de curación no es tan obvia como una dolencia física de la que necesitamos ser curados, nuestra necesidad de curación puede ser mental o emocional. Tal vez necesitemos corregir nuestras fallas, fortalecer las áreas en las que somos débiles para tener éxito donde hemos fallado. La sanación que nos ofrece Jesús exige más de nosotros, nos desafía a cambiar. A medida que avanzamos en nuestro viaje de Cuaresma pidamos a Jesús ser nutridos por él en medio de nuestros desafíos con el agua de la vida que solo él nos puede dar. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a seguir el ejemplo de humildad y servicio de San José

Solemnidad de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María

«José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María» Mateo 1,20

Hoy celebramos la Solemnidad de San José, un sencillo hombre de Dios que desempeñó un papel central en la historia de la salvación, hoy lo honramos como esposo de María y padre adoptivo de Jesús y buscamos aprender de él como ser discípulos fieles y justos. Desde el principio el plan de Dios para José estuvo lleno de desafíos pero a través de un sueño divinamente inspirado pudo reconocer su indignidad y pequeñez, pero también la gracia y la fuerza de Dios que lo ayudarían a dejar de lado sus miedos y preocupaciones, para hacer la voluntad de Dios, en lugar de la suya propia. Pidamos hoy la gracia de seguir el ejemplo de San José para llevar a Cristo a nuestros hogares, escuelas y lugares de trabajo mediante nuestras palabras, acciones y elecciones superando los obstáculos que encontremos y comprometiéndonos a servir a Cristo y su Evangelio. San José, ruega por nosotros.  

Dios nos bendiga.

Llamados a dejarnos iluminar por la luz de Cristo

Domingo de la Cuarta Semana de Cuaresma

«Jesús le dijo: Ya lo has visto; el que está hablando contigo, ése es» Juan 9,37

Hoy Jesús nos invita a dejar que su luz ilumine todas las áreas de nuestras vidas. Hoy vivimos en un mundo que no quieren ser iluminados por la luz de Cristo, un mundo que solo quiere ver su propia luz. Como discípulos del Señor  tenemos el desafío de experimentar la batalla entre Luz y oscuridad, del bien y del pecado pero depende de nosotros la victoria de uno sobre el otro. Pidamos hoy la gracia de ser personas llenas de luz, llena de virtudes y de buenas obras aunque estemos expuestos a las tinieblas, luchemos e iluminemos a los demás con nuestras buenas obras. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados a ser humildes reconociendo nuestra necesidad de la misericordia de Dios

Sábado de la Tercera Semana de Cuaresma

«Todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido» Lucas 18,14

Hoy Jesús nos invita a ser Humildes Y reconocer la necesidad que tenemos de la misericordia de Dios en nuestras vidas, especialmente en este tiempo de conversión. Como discípulos del Señor, como bautizados necesitamos a lo largo del año necesitamos el teimpo que nos ofrece la Cuaresma de enfocar nuestra atención en las prácticas de la oración, el ayuno y la limosna, prácticas que nos ayudarán a ser humildes como el publicano y buscar la voluntad de Dios para nuestras vidas. Pidamos la gracia de que a través de las prácticas Cuaresmales seguir creciendo en humildad reconociendo nuestra necesidad de la misericordia del Señor y compartir esa misericordia con los demás en estas semanas de Cuaresma que nos quedan. Amén

Dios nos bendiga.

Lalamados a vivir el mandamiento del amor a Dios y al prójimo

Viernes de la Tercera Semana de Cuaresma

«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón… Amarás a tu prójimo como a ti mismo» Marcos 12, 30-31

Ya estamos cerca de la mitad de la Cuaresma. Es un buen momento para detenernos y ver cómo hemos estado creciendo en santidad durante las últimas tres semanas y qué podemos hacer para que las próximas tres semanas sean aún mejores para nuestras almas. El Evangelio de hoy nos desafía a reflexionar sobre qué tan bien nuestras decisiones y acciones reflejan lo que Jesús quiere de nosotros. El mayor mandamiento del que habla Jesús en el Evangelio es realmente un resumen de todos los demás mandamientos, que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón y amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos. Pidamos la gracia de hacer un inventario de nuestros pensamientos y acciones hacia Dios y nuestro prójimo y si encontramos algo que parece impropio con la enseñanza de Jesús, es hora de pedirle que nos ayude para retomar el camino. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados a reconocer el mal y afrontarlo con el poder de Dios

Jueves de la Tercera Semana de Cuaresma

«El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama» Lucas 11,23

Hoy Jesús nos invita a estar con él a no desanimarnos si encontramos oposición por hacer el bien. Hoy muchas personas se sienten desanimadas o frustradas ante el mal, el sufrimiento y las tragedias que ocurren en el mundo una y otra vez, muchos se preguntan ¿Qué podemos hacer? Lo primero que debemos hacer es reconocer el mal, a no ser insensibles ante él y aceptar que cualquier cosa que intentemos hacer puede ser rechazada por otros. Especialmente en este tiempo de Cuaresma no debemos desanimarnos y continuar nuestros esfuerzos para hacer el bien, Jesús nos invita a no ser indiferentes a no ser simples espectadores. Pidamos hoy la gracia de poder reconocer el mal y afrontarlo con el poder de Dios a pesar de la resistencia que podamos encontrar. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a que nuestras palabras y acciones muestren lo que creemos

 Miércoles de la Tercera Semana de Cuaresma

«No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; sino a darles plenitud» Mateo 5,17

Hoy Jesús nos invita a dejar que nuestras palabras y acciones muestren nuestro amor a Dios y al prójimo. Los mandamientos están para ayudar a los creyentes a dar testimonio de Dios con sus propias vidas, como discípulos de Jesús estamos llamados a actuar de tal manera que los demás noten nuestra sabiduría y compasión. La Cuaresma nos desafía a familiarizarnos más con los mandamientos de Dios y a reflexionar sobre cómo nuestras palabras, acciones y hábitos comunican nuestras creencias. Jesús nos ha enseñado que el mayor mandamiento es amar a Dios, y el segundo es amar al prójimo por eso pidamos hoy la gracia de que nuestras palabras y acciones muestren lo que creemos. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a ser misericordiosos como Dios es misericordioso

Martes de la Tercera Semana de Cuaresma

«Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete» Mateo 18,22

Hoy Jesús nos invita a perdonar a los que nos han hecho mal. Como discípulos del Señor debemos perdonar sin cesar, aunque para el mundo esto sea algo absurdo. Los cristianos pedimos a Dios en la oración del Padre Nuestro que seamos perdonados como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, le pedimos a Dios que sea tan misericordioso con nosotros como lo somos nosotros con los demás. Cristo ha pagado nuestra deuda, él solo pide ser misericordioso con los demás, porque sin la misericordia del Señor, seríamos entregados al tormento. Como cristianos estamos llamados a no dar lugar a rencores o venganza en nuestro corazón, sólo al amor. Pidamos especialmente durante este tiempo de Cuaresma la gracia de perdonar eternamente a los demás como la única forma de avanzar en Cristo y así interiorizar la sabiduría de la misericordia de Dios para nuestra propia liberación y la del mundo entero. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a reconocer a Dios en las cosas ordinarias de la vida

Lunes de la Tercera Semana de Cuaresma

«Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra» Lucas 4,24

Hoy Jesús nos recuerda que Dios tambien obra en forma ordinaria para ayudarnos y salvarnos. Hoy muchas personas quisieran que Dios actúe de forma extraordinaria en sus vidas, pero hoy nuestra fe nos desafía a encontrar a Dios obrando sutilmente a través de las cosas y actividades ordinarias, y las personas con las compartimos a diario. Solo debemos considerar cómo Dios obra para sanarnos y ayudarnos a través de nuestras rutinas ordinarias: comer, trabajar, descansar. O cómo Dios obra para apoyarnos y salvarnos a través de las personas con las que nos encontramos todos los días: vecinos, amigos, familiares. Hoy Dios usa medios ordinarios como pan y vino, para impartir la gracia extraordinaria de la Eucaristía. Pidamos hoy al Señor que fortalezca nuestra fe para seguir conociéndolo y recibiéndolo en las cosas ordinarias que vivimos a diario que nos aseguran el amor y el cuidado constantes e inagotables de Dios por cada uno de nosotros. Amén  

Dios nos bendiga.

Llamados a saciar nuestra sed espiritual en el amor el conocimiento y servicio de Dios

 Domingo de la Tercer Semana de Cuaresma

«El que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed» Juan 4,14

Hoy Jesús nos invita a que nuestro mayor anhelo sea vivir en unión con Dios. En las Escrituras tener sed se usa para hablar del anhelo de nuestro espíritu de estar unido con Dios. Jesús aprovecha su encuentro con la mujer samaritana junto al pozo para revelarle que él es el único que puede saciar la sed que la impulsa. Toda su vida la mujer samaritana había anhelado a alguien que le trajera amor y alegría reales y vino Jesús y le revela a ella y a nosotros que él es el único que puede saciar esa sed que consume en lo profundo de nuestro espíritu. Pidamos hoy la gracia de saciar nuestra sed bebiendo solo del pozo del amor de Jesús para que nuestra vida sea plena. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a aceptar el compromiso del amor y la misericordia

 Sábado de la Segunda Semana de Cuaresma

«Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado» Lucas 15,31

Hoy Jesús nos recuerda que Dios siempre está dispuesto a perdonar nuestros pecados si aceptamos y compartimos su amor y misericordia. En la parábola del hijo pródigo, escuchamos de un padre cuyo increíble amor supera con creces los pecados y la falta de amor de sus dos hijos. El padre es absolutamente compasivo, perdonador y amoroso hacia su hijo descarriado, pero también se acerca a su hijo mayor, quien solo muestra resentimiento, ni una pizca de alivio por el regreso seguro de su hermano. En esta parábola, Jesús nos desafía sin importar dónde estemos espiritualmente. Si nos hemos desviado de las leyes de Dios y de su amor y nos volvemos a él con dolor, Dios nos recibirá con los brazos abiertos. No tenemos que temer ser rechazados por el Dios que nos creó y nos ama. Pidamos la gracia de responder con humildad a la llamada del Señor a dar un paso más allá del servicio obediente a uno de amor, acogida, perdón y misericordia, porque todos somos miembros de la familia de Dios, y él nos ama a cada uno de nosotros como si fuera suyo. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados a perseverar en la obra a la que Dios nos está llamando

Viernes de la Segunda Semana de Cuaresma

«Les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos» Mateo 21,43

Hoy Jesús nos recuerda que aunque somos pecadores la gracia de Dios nos redime. En el tiempo de Cuaresma, la Iglesia nos invita al arrepentimiento por medio de la oración, el ayuno y la limosna y así prepararnos para la Pascua, sin embargo prepararnos puede ser difícil porque nuestra humanidad puede resistir el cambio y aunque le pertenecemos a Dios, a veces respondemos a sus dones en nuestras vidas con envidia, celos y vicio. Pero debemos recordar que la Cuaresma no se trata principalmente de nuestro pecado, se trata más profundamente de la misericordia de Dios. Pidamos hoy la gracia de mantener nuestros ojos fijos en la misericordia de Dios y perseverar en la obra a la que nos está llamando, esta Cuaresma y siempre. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a reconocer que todas las personas son nuestro prójimo

Jueves de la Segunda Semana de Cuaresma

«Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males» Lucas 16,25

Hoy Jesús nos invita a no ser indiferentes ante las necesidades de los demás y practicar la caridad. La riqueza por sí sola no lleva a nadie al fuego del infierno sino se vuelven en un obstáculo en nuestra vida como discípulos fieles del Señor, al contrario pueden ser un medio para alcanzar la salvación si las utilizamos para ayudar a los más necesitados. En el Evangelio de hoy hemos escuchado que día tras día, el hombre rico se encontró con Lázaro y sin embargo, nunca lo vio realmente; no lo vio por lo que era, un ser humano, un hombre para ser amado y cuidado; para el hombre rico Lázaro era totalmente indiferente a su difícil situación y la ironía es que los perros atendían a Lázaro con más humanidad que aquel hombre rico. Pidamos hoy la gracia de reconocer que todas las personas son nuestro prójimo a quienes debemos amar mejor con lo que Dios nos ha dado, pidamos sabiduría para no ser indiferentes ante sus necesidades y hacer lo correcto. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a ser grande sirviendo a los demás

 Miércoles de la Segunda Semana de Cuaresma

«El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva» Mateo 20,26

Especialmente durante la Cuaresma Jesús nos llama a ofrecer nuestra vida al servicio de los demás. La grandeza del discípulo de Jesús está en seguir su ejemplo haciéndose servidor de todos, dando su vida en servicio de todos. Nuestro Señor sufrió y murió a manos de todos nosotros por todos nosotros. Cuando seguimos el ejemplo de Cristo, podemos experimentar sufrimiento o incomodidad. Pero estamos invitados a hacer el bien de todos modos. Pidamos hoy la gracia de responder a la llamada del Señor a dar nuestras vidas mientras caminamos el camino de la cruz con él y ponemos nuestra esperanza en la Resurrección. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a servir para alcanzar la santidad

 Martes de la Segunda Semana de Cuaresma

«Que el mayor de entre ustedes sea su servidor» Mateo 23,11

Jesús en esta Cuaresma nos llama a servir con humildad para alcanzar la santidad. Como bautizados nuestra principal vocación es la llamada a la santidad, todos estamos destinados a convertirnos en santos, pero el camino de la santidad se aprende sirviendo a los demas como Cristo nos enseñó. Pidamos la gracia que durante esta segunda semana de Cuaresma, podamos tomarnos un tiempo para considerar cómo estamos desempeñando nuestro llamado a la santidad sirviendo a todo aquel que nos necesite. Amén. 

Dios nos bendiga.

Llamados a ser misericordiosos

Lunes de la Segunda Semana de Cuaresma 

«Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso» Lucas 6,36 

Hoy el Señor nos invita a ser misericordiosos como nuestro Padre es misericordioso. Pero ¿qué significa ser misericordioso? Ser misericordioso es tener compasión por la aflicción de otra persona y ser movido a aliviar esa aflicción. Las obras de misericordia corporales y espirituales que la Iglesia nos ofrece son acciones orientadas a aliviar la aflicción física o espiritual de otra persona, la Cuaresma es un buen tiempo para practicar estas obras de misericordia. Pidamos hoy la gracia constante del Señor para siempre está dispuesto a ofrecer su misericordia a todo aquel que la necesite. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a a la perfección por medio del amor al prójimo y a Dios

 Sábado de la Primera Semana de Cuaresma

«Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen» Mateo 5,44

Hoy Jesús por medio de sus enseñanzas y ejemplo nos revela la plenitud a lo que nos compromete el verdadero y auténtico amor a Dios y al prójimo. Amar a nuestro prójimo es una de las principales formas en que Jesús nos enseña a dar gloria a Dios y brillar como una luz ante los demás, y ayudar a construir el reino de Dios en la tierra, aunque amar como Jesús nos enseña no es una tarea fácil porque implica tratar a todas las personas con las que nos encontramos con amabilidad y respeto, incluso amar al enemigo. Pidamos hoy la gracia de poder avanzar durante esta Cuaresma en crecer en nuestro amor a Dios y en nuestra capacidad de vivir las diferentes formas en que el Señor nos llama a amar y servir a nuestro prójimo. Amén

Dios nos bendiga.

llamados a vivir en correcta relación unos con otros y con Dios

 Viernes de la Primera Semana de Cuaresma

«Ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda» Mateo 5,24

Hoy Jesús nos recuerda que la justicia viene de vivir en correcta relación unos con otros y con Dios. En el Evangelio de hoy Jesús establece un estándar aparentemente imposible para nosotros pero sus enseñanza van más allá de nuestro pensamiento en blanco y negro, su mensaje es el de vivir en correcta relación unos con otros y con Dios. En esta Cuaresma Jesús nos invita a purificarnos y santificarnos los unos a los otros, para que lo que ofrezcamos a Dios no se vea empañado por nuestras imperfecciones. Pidamos hoy la gracia al Espíritu Santo para superar los desafíos que se nos presentan, haciendo lo correcto y justo, viviendo en y para el reino de Dios. Amén

Dios nos bendiga.

Llamados a orar para recibir las cosas buenas que Dios nos quiere dar

 Jueves de la Primera Semana de Cuaresma

«Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre» Mateo 7,8

En este tiempo de Cuaresma se nos invita a practicar más el ayuno, la oración y la caridad. Jesús en el Evangelio de hoy llama a sus discípulos a la oración, asegurándoles que el Padre les responderá con cosas buenas, y además él nos recuerda que Dios responde nuestras oraciones, aunque su respuesta puede no ser el sí que buscábamos, pero será lo que es bueno para nosotros. Pidamos la gracia de orar más con corazones agradecidos, abiertos a recibir las cosas buenas que Dios desea darnos en esta Cuaresma. Amén.

Dios nos bendiga.

Llamados a la conversión y la salvacion por medio del amor del Señor

Miércoles de la Primera Semana de Cuaresma

«Aquí hay uno que es más que Jonás» Lucas 11,32

En esta Cuaresma el amor de Cristo nos invita a la salvación. Todos en algún momento quisiéramos una señal divina de que estamos haciendo lo correcto. Así como el mensaje de Jonás fue una señal de la misericordia de Dios para los ninivitas mucho más lo es Jesús quien es el mensaje de Dios para la humanidad. Jesús es más grande que la sabiduría de Salomón, porque él es la sabiduría de Dios. Jesús es el inexplicable e inimaginable amor de Dios, que fue enviado para llamarnos a la conversión y la salvación en medio de lo que vivimos a diario. Jesús es quien vivió, murió y resucitó para salvarnos, nos invita esta Cuaresma a una fe más profunda y una transformación más completa. Pidamos hoy la gracia de poder cambiar de dirección y responder a la llamada del Hijo del Hombre para ser transformados por su amor. Amén.

Dios nos bendiga.