Llamados a saciar nuestra sed espiritual en el amor el conocimiento y servicio de Dios

 Domingo de la Tercer Semana de Cuaresma

«El que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed» Juan 4,14

Hoy Jesús nos invita a que nuestro mayor anhelo sea vivir en unión con Dios. En las Escrituras tener sed se usa para hablar del anhelo de nuestro espíritu de estar unido con Dios. Jesús aprovecha su encuentro con la mujer samaritana junto al pozo para revelarle que él es el único que puede saciar la sed que la impulsa. Toda su vida la mujer samaritana había anhelado a alguien que le trajera amor y alegría reales y vino Jesús y le revela a ella y a nosotros que él es el único que puede saciar esa sed que consume en lo profundo de nuestro espíritu. Pidamos hoy la gracia de saciar nuestra sed bebiendo solo del pozo del amor de Jesús para que nuestra vida sea plena. Amén

Dios nos bendiga.