Martes de la Cuarta Semana de Cuaresma
«Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda". Al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar» Juan 5,8
Hoy Jesús nos dice que como el agua, él nos sostiene, nos da vida y sanar nuestro espíritu. El agua nos limpia, apaga nuestra sed, nos refresca, nos sostiene y llena nuestros sentidos. Nuestra vida espiritual también necesita sustento, y Dios es el agua de nuestro bienestar espiritual. Quizás nuestra necesidad de curación no es tan obvia como una dolencia física de la que necesitamos ser curados, nuestra necesidad de curación puede ser mental o emocional. Tal vez necesitemos corregir nuestras fallas, fortalecer las áreas en las que somos débiles para tener éxito donde hemos fallado. La sanación que nos ofrece Jesús exige más de nosotros, nos desafía a cambiar. A medida que avanzamos en nuestro viaje de Cuaresma pidamos a Jesús ser nutridos por él en medio de nuestros desafíos con el agua de la vida que solo él nos puede dar. Amén
Dios nos bendiga.
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