Miércoles de la Segunda Semana de Cuaresma
«El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida» Mateo 20,28
Jesús nos recuerda hoy que servir a los demás es una de las mejores maneras de servir a Dios y acercarnos a él. A veces quedamos tan atrapados en nuestras preocupaciones y pensamientos actuales que perdemos algo aún más importante para nuestro futuro, como seres humanos imperfectos, los apóstoles eran orgullosos y no entendía lo que Jesús les estaba diciendo acerca de su sufrimiento, muerte y resurrección venideros, pero las deficiencias de los Apóstoles abrieron la puerta para que Jesús les enseñara a ellos y a nosotros una lección importante sobre ser servidores de los demás. La gloria que reciben los seguidores de Jesús es principalmente gloria celestial, no elogios terrenales, si eso es lo que nosotros buscamos entonces Jesús no nos quiere junto a él, pero si esta oferta de Jesús no parece honorable y gratificante, entonces deberíamos considerarla nuevamente porque nunca recibiremos una oferta mejor que ésta, ya que a medida que crecemos en nuestra capacidad de servir, también crecemos en nuestra cercanía a Dios. El servicio es una de la practicas cuaresmales que nos invita a mirar con humildad y honestidad nuestro propio corazón y así ver dónde podemos servir mejor a los demás y poner más energía en la obra del reino de Dios. Pidamos la gracia al Señor de que nos acompañe en nuestro servicio a los demás y así crecer en nuestra cercanía a Dios. Amén
Dios nos bendiga.