Sábado de la Cuarta Semana de Cuaresma
«¿Acaso nuestra ley condena a un hombre sin oírlo primero?» Juan 7,51
Hoy Jesús nos recuerda que nuestros prejuicios pueden cegarnos a la presencia de Dios en nuestras vidas. Los prejuicios de los líderes religiosos les impidió reconocer a Jesús como un profeta y como el Mesías, Jesús fue descartado por ser de Galilea, sus prejuicios los cegaron ante la verdad del milagro que tenían ante ellos. Hoy nosotros también caemos en hacer juicios basados únicamente en un aspecto de una persona y fácilmente perder la verdad del mensaje que Dios nos envía a través de ellos. Pidamos la gracia de poder de poder ignorar la voz de nuestros prejuicios, para que podamos escuchar la voz de Dios, incluso en las persona inesperadas. Amén
Dios nos bendiga.
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