Memoria de San Ponciano, Papa y Mártir, y San Hipólito, Presbítero y Mártir
«Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí» Mateo 18,5
Hoy Jesús nos invita a ser como niños si queremos entrar al Reino de los Cielos. Un niño debe depender de sus cuidadores para satisfacer sus necesidades y está acostumbrado a ser pequeño en la sociedad. Los niños suelen ser más abiertos y confiados que los adultos. Jesús dice que los más grandes en el reino son los que son humildes como los niños y es por eso que como católicos, estamos llamados a confiar en el plan de Dios y demostramos esta confianza siendo un pueblo eucarístico que se reúne para recibir la Palabra y la presencia real de Dios en la Eucaristía. El Señor guió a los profetas de antaño, a los santos mártires y dio la bienvenida a los niños en su seno. Dios nos guiará cuando estemos perdidos y nos invita a depositar humildemente nuestra confianza en él. ¡San Ponciano y San Hipólito, oren por nosotros!
Dios nos bendiga.
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