«Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa» Mateo 8,8
Querido Señor, eres digno de toda mi fe. Al igual que el Centurión y los grandes santos, ayúdame a enfocar mi mirada en ti con fe, confiando en que lo que pidas de mí es siempre lo mejor que puedo. Virgen Maía, Madre más pura, crea mi corazón solo para Jesús. Amén.
Feliz sábado!
Dios nos bendiga.