miércoles, 20 de junio de 2018

Miércoles de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario

«Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto» Mateo 6,6

Hoy Jesús nos insiste en que toda oración verdadera debe ser ofrecida a Dios, porque podemos caer en la tentación de orar para los hombres y no a Dios. Por lo tanto que nuestra oración sea pública o en privado, no tengamos ningún pensamiento en nuestra mente y ningún deseo en su corazón sino Dios. Teniendo siempre presente que el Dios a quien oramos es un Dios de amor que está más listo para responder que nosotros para orar. Amén.

Dios nos bendiga.


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