Miércoles de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario
«Jesús le volvió a imponer las manos en los ojos y el hombre comenzó a ver perfectamente bien» Marcos 8,25
Si realmente deseamos como el ciego de Betsaida que Jesús nos cure o cambie algo que está mal en nosotros, necesitamos apartarnos a un lado con Él y pasar tiempo a solas con Él, sea en la oración, la lectura, o la conversación espiritual, pero dejando las preocupaciones de este mundo a un lado y poniéndonos con fe en las manos de Jesús para que Él pueda obrar el milagro en nosotros. Amén.
Dios nos bendiga.
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