«Todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» Mateo 12,50
Hoy Jesús nos dice que él ha venido a abrir las puertas del cielo a todas las personas por nuestro bautismo, hemos sido marcados como los propios de Cristo para siempre, por lo que ya somos hermanos y hermanas en su nombre pero necesitamos su gracia para ayudarnos a vivir los mandamientos y seguir la voluntad de Dios en nuestra vida diaria. Amén.
Dios nos bendiga.
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